Los looks con pantalones jogger inundan nuestro armario aportándonos comodidad y versatilidad. Pensado en un principio como atuendo para hacer deporte, la adaptación en el uso de esta prenda ha sido asombrosa en las últimas décadas

El origen es confuso y son varias las teorías que circulan al respecto. Su descubrimiento, aunque no queda muy claro, parece que fue una customización del jean: al enredarse en la cadena al montar en bici, le ciñeron el tobillo con una cinta.

Los jogger se caracterizan por ser de tiro bajo, más ceñido al tobillo y con elásticos en la cintura. Normalmente de punto grueso de algodón o poliester. Aunque en un principio fueron los hombres los que empezaron a usarlos, en la actualidad los joggers de mujer son un éxito de ventas. El primer jogger se atribuye al fundador de la marca francesa Le Coq Sportif, Émile Camuset, en 1920.

El chándal sale del gimnasio

En un principio pensado para hacer deporte el jogger es mucho más. Una vez más el salto de la calle a la pasarela se hace presente en esta pieza tan controvertida pero indudablemente cómoda.

Fue allá por la década de los 80 cuando los looks con pantalones jogger eran patrimonio exclusivo de tribus urbanas como los rappers. En aquella época algunos locales de moda prohibían expresamente la entrada a todos aquellos que portaran uno.

A finales de los 90´s y primera década de los 2000, gracias a estrellas de la música como la princesa pop Britney Spears, Christina Aguilera, Gwen Stefani o Mel C de las Spice Girls, el jogger se reinventa con glamour convirtiéndolo en un must have entre los más jóvenes.

En la actualidad estamos ante un segundo revival como prenda, no sólo para salir a tomar unas copas o ir a la oficina, sino también para estar en casa. Son muchas las marcas que ofrecen una cuidada línea de home wear, donde el jogger es la constante en toda su oferta.

Cómo llevar los pantalones jogger

Aunque en principio pudiera parecer limitada la variedad de looks que puede ofrecernos un pantalón jogger, nada más alejado de la realidad. Sólo hay que dejar atrás convencionalismos y atreverse con unos pantalones que favorecen a todas las siluetas y sobre todo nos proporcionan la comodidad necesaria para sentirnos seguras. Con blusa de seda y stilettos para un cocktail; con crop top y unas ugly sneakers, como propone Oeo Margot; para una exposición de arte o con un cardigan y unos zapatos Oxford como perfecto outfit para ir a la oficina.

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